Muchas personas optan por empapelar las paredes de algunas habitaciones o incluso de toda la vivienda en lugar de pintarlas. Es una manera original de decorar la casa, pero en el momento de la limpieza pueden plantearnos ciertas dificultades.
Lo primero que debemos hacer cuando queramos hacer limpieza de paredes empapeladas es leer las instrucciones del fabricante, pues existen diversas composiciones y acabados de papel y cada uno requiere unas atenciones diferentes. En ellas encontraréis los consejos y métodos de limpieza aptos para el tipo de papel que tengáis. Es muy importante saber si el empapelado es del tipo lavable: en caso de serlo, por norma general, pondremos agua tibia en un recipiente y añadiremos un poco de detergente neutro, a continuación humedeceremos ligeramente un trapo y con pasadas suaves y movimientos largos limpiaremos la superficie; en caso de que el papel sea del tipo no lavable solo podremos aplicar una esponja especial para la limpieza en seco sobre la superficie, realizando movimientos largos y suaves para eliminar la suciedad.
Si simplemente queréis eliminar marcas de dedos y pequeñas manchas podéis utilizar de manera delicada una goma de borrar blanda sobre la superficie, sin ejercer demasiada presión ni realizar movimientos muy rápidos, pues podríais descolorar el papel o incluso romperlo.
Independientemente del tipo de empapelamiento antes de limpiarlo siempre será necesario retirar el polvo mediante un trapo, y nunca utilizar productos abrasivos.