La fragilidad que caracteriza al cristal hace que nos preocupemos constantemente por aquellos elementos de nuestra casa fabricados con este material. El hecho de que la ventana de la habitación o la mesita del comedor, por poner algunos ejemplos, pueda ser rallada con facilidad explica esta preocupación.
Bien es sabido que prevenir es mejor que curar, pero en caso de que las medidas de prevención como el hule hayan fallado, os proponemos una solución que ayudará a disimular esas ralladas en superficies de cristal que no sean muy profundas.
En primer lugar es necesario limpiar bien el cristal en cuestión. A continuación, aplicamos pasta de dientes sobre la zona y la extendemos uniformemente con un trapo, de tal manera que observemos que esta penetra en la rallada. Una vez la pasta se haya secado, simplemente retiramos el residuo restante.
A parte del remedio casero, también podemos comprar cera para cristales y seguir las instrucciones del fabricante para disimular la rallada.
Finalmente, tenemos como última opción pulir la superficie, pero será necesario desembolsar una cantidad de dinero superior en comparación con las propuestas anteriores.