La dieta mediterránea es perfecta para encerrarse en la cocina, ponerse el delantal, sacar nuestro mejor cuchillo y ponernos a cocinar platos exquisitos. Que además de ello, te salga bueno y sea reconocido por los demás es para muchos sentirse como Saúl Craviotto, el ganador de la segunda edición de Masterchef. Pero después de eso, llega lo peor: la limpieza de la cocina. Hoy trataremos de enseñarte cómo mantener la cocina limpieza y ordenada sin esfuerzo, que bastante has gastado en cocinar.
Lo primero que debéis de tener en cuenta y asumir, es que cocinar ensucia. Sí, ensucia, y mucho. Cada utensilio que uses se debe lavar. El propio calor de la cocina mancha de grasa las paredes, ensucia el suelo, deja olor a aceite ¡y muchas más cosas! Cuanto antes lo aceptemos mejor. Aquí se vuelve fundamental la colaboración de toda la familia o compañeros de convivencia.
Nuestro primer consejo, y de los más importantes, es que se vayan lavando los utensilios mientras cocinamos. Parece una tarea difícil e imposible, pero es muy práctica. Mientras cocinamos, habrá momentos en los que tengamos que dejar que la comida se haga. Ahí es el turno para limpiar. Con los restos de comida y salsas, muchos utensilios se manchan y se acaban secando, y cuesta mucho más de quitar la grasa seca. Te ha pasado, no te intentes engañar. ¿Solución? Es tan fácil como dejarlos en agua caliente con unas gotas de tu lavavajillas favorito. Esto lo puedes hacer mientras cocinas, mientras pasas del primer a segundo plato o al acabar de cocinar (cacerolas, cazuelas…). Ya verás que después, te costará mucho menos limpiar.
El segundo consejo es mantener la encimera limpia y ordenada, siempre. Si ya hemos acabado de usar un utensilio, se guarda. ¿Para qué tenerlo pululando por ahí unos cuantos días? Te faltará espacio y lo acabarás moviendo, y estresándote. Ordena en tus armarios o estanterías de la cocina las cosas, donde lo que más utilices quede a mano y lo que menos, esté más lejos. Cuando acabes de cocinar, pasa una bayeta con jabón por las encimeras y mesas, y verás que la suciedad sale mucho más rápido. ¡Que no le dé tiempo a engancharse y secarse! Si lo haces así, nunca tendrás que limpiar a fondo, ya que siempre estará limpio.
El último consejo y quizás el más importante es establecer un horario de limpieza. No sirve de nada estar trabajando toda la semana, para levantarte el domingo pronto y ponerte a limpiar. ¿Para eso quiero un domingo? Cada día debe estar organizado, donde con pequeños gestos vayamos limpiando poco a poco. Si el domingo necesitas dos o tres horas de limpieza para dejarlo todo listo, ¿por qué no lo distribuyes durante la semana? ¡En menos de 20 minutos mantendrás todo limpio!
Estos son los consejos que te traemos desde La Mar de Net y gracias a la experiencia que tenemos. Si pese a estos consejos, se te resiste o te da pereza, consulta nuestros servicios de limpieza domésticos.
¿Qué precio tienen tus horas de tiempo libre?