Una reforma en una casa o bien una rehabilitación de una habitación crea una gran cantidad de suciedad. Y quien ha hecho una obra en su casa sabe de lo que estamos hablando.
Los trabajos que se realizan durante la obra dejan partículas de polvo que flotan en el aire y que se depositan en la mayor parte de las superficies de la casa. El polvo cubre los suelos, los muebles y las paredes y hace que la zona de la nueva construcción, así como las demás habitaciones, queden muy sucias. Por lo que, si llevas a cabo una obra en casa, es obligatorio realizar una exhaustiva limpieza de obra del espacio.
Pasos a seguir para realizar una correcta limpieza después de una obra
Dejarlo todo en perfecto estado después de finalizar una obra es una tarea que requiere de organización y de la utilización de productos, utensilios y máquinas apropiadas para ello. Elementos cómo el polvo, la escayola, la pintura o los restos de escombro se van acumulando en cualquier en todos los rincones.
Por este motivo y pensando en facilitarte este trabajo, hemos recopilado una serie de pasos y consejos útiles que siguiéndolos, harán que obtengas un correcto resultado.
Consejos de limpieza previos a la obra
Para evitar las manchas sobre muebles y pertenencias que no molesten en la habitación o que no se puedan mover, lo ideal es cubrirlos con un plástico o tela. Retira los elementos que puedas mover con facilidad a una habitación segura y cubre los marcos y ventanas con cinta aislante.
Por otro lado, no es aconsejable hacer limpiezas parciales durante el tiempo que dure la reforma, porque probablemente te frustres al ver que al acabar el día todo volverá a estar igual. Lo que si puedes hacer es limpiar las estancias en las que ya se hayan terminado las obras, aunque la reforma continúe en otra habitación.
Limpiar la casa después de una obra paso a paso
- Retira todos los elementos protectores que hayas puesto para proteger muebles, ventanas, puertas…
- Quita el polvo con ayuda de un aspirador, una bayeta de microfibra y un cepillo (según la zona a limpiar)
- Para limpiar las paredes y techos espera a que la pintura esté bien seca. Con cuidado pasa una bayeta o mopa húmeda y un producto jabonoso neutro que no dañe la pintura. Sigue este proceso como si la pared fuese el suelo o una encimera. Cuando termines una zona, enjuaga la bayeta en agua limpia, escúrrela todo lo posible y continúa limpiando hasta que el techo y las paredes estén libres de polvo.
- Para eliminar las manchas más difíciles en suelos y paredes, como las de cemento o el yeso, deberás usar productos quitacementos o desincrustantes específicos. Lo más importante es hacerlo cuanto antes para que estos restos no se sequen y sean aún más difíciles de eliminar. Para otro tipo de manchas quizá te interese probar las ventajas de la limpieza con vapor.
- Limpia los cristales con una bayeta y producto específicos para cristales para obtener los mejores resultados.
- Para limpiar los muebles y objetos expuestos, utiliza otra bayeta o un trapo humedecido con una mezcla de detergente y agua. En este paso es fundamental enjuagar el trapo cada vez que se vea sucio, para no arrastrar la suciedad de un objeto a otro.
- Una vez eliminada la suciedad general que ha generado la obra, deberás hacer una limpieza profunda tradicional. Reorganizar y limpiar muebles, pasar la aspiradora, fregar el suelo con los productos adecuados, etc.
En caso de que no dispongas del tiempo y/o recursos para poder llevar a cabo una correcta limpieza de obra, puedes apoyarte en una empresa profesional de limpieza, quienes nos encargaremos de dejar tu vivienda lista para disfrutar.